2022 · 02 · 13
Los insultos y las descalificaciones no eliminan el racismo y el Apartheid
La historia se repite. Los Nazis y las dictaduras descalificaban las acusaciones mediante amenazas, insultos y monótonas frases cliché. Los israelÃes repiten la misma estrategia. Israel, en vez de revisar sus polÃticas, recurre a las ofensas como único argumento para descalificar y desvirtuar las denuncias. Frases cliché y descalificativos “mágicos†son suficientes para negar las atrocidades y refutar y deslegitimar las acusaciones por muy fundadas y evidentes.
Recientemente, Amnistía Internacional emitió un fundado y completo informe, acusando a Israel de practicar el apartheid en contra la población palestina y llevar a cabo un “cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad”.
Anteriormente, muchas otras organizaciones como la prestigiosa Human Rights Watch y organizaciones israelíes de derechos humanos Btselem y Yesh Din, entre otras confirmaron y denunciaron el “Apartheid” israelí y las crueldades que militares y colonos terroristas, a diario israelíes llevan a cabo.
Claramente y sin duda alguna, Israel viola sistemáticamente los derechos humanos, según todos los organismos humanitarios del mundo sin excepción, incluyendo las organizaciones israelíes y judías de derechos humanos.
Amnistía Internacional ha calificado a Israel como “Violador CRÓNICO de los derechos humanos”.
A su vez, las más destacadas personalidades, intelectuales y académicos israelíes y judías confirman el Apartheid y las atrocidades que a diario se cometen y que corresponden a una política de estado.
Solo a modo de ejemplo y por nombrar a algunos, el editor israelí del diario Haaretz, escribe: 'El producto del sionismo es el apartheid, simple y llanamente'
El más célebre escritor israelí David Grossman declaró recientemente que “Apartheid es el término más adecuado para calificar la ocupación israelí de Cisjordania”.
El exfiscal general y exmagistrado del Tribunal Supremo israelí Michael Ben Yair, ha denunciado que millones de palestinos son despojados de sus derechos siguiendo un patrón de discriminación racial similar al que rigió en Sudáfrica hasta 1992. Se trata, según esta visión, de un modus operandi avalado por un sistema legal que sirve de escudo a estas prácticas discriminatorias y otorga en la mayoría de los casos impunidad ante los crímenes que se puedan cometer.
El prontuario de Israel es demasiado largo. A parte de las trasgresiones mencionadas, Israel viola todas las resoluciones, dictámenes y convenios de la legalidad internacional. ¡Todas sin excepción! Israel tiene múltiples acusaciones por Crímenes de Guerra y demandas ante la Corte Penal Internacional.
Israel lleva a cabo un colonialismo ilegal en territorios palestinos ocupados con apropiaciones y confiscaciones de propiedades y tierras ajenas. Todos los gobiernos del mundo, todas las resoluciones de la ONU y las del Consejo de Seguridad, califican estas prácticas de ilegales y como “crímenes de guerra”.
Todo esto es borrado y eliminado con una sola palabra: “Antisemitismo”. Este vocablo cliché, mágico y automático es capaz de eliminar todos los males del mundo. ¡El mundo entero miente, solo es válida la narrativa israelí y las versiones paranoicas de los fanáticos sionistas!
No es posible que el “antisemitismo” sea groseramente manipulado como "tapabocas" para acallar de las críticas y acusaciones serias y fundadas.
Es penoso que los fundamentalistas y sionistas continúen “mirándose el ombligo” y que tengan como único argumento esta utilización odiosa y antojadiza del antisemitismo para silenciar las denuncias a los crímenes de lesa humanidad que Israel practica en contra los palestinos y amedrentar y amenazar a los defensores de los derechos humanos.
Tampoco es aceptable que el mundo siga permitiendo las atrocidades y el Apartheid y que los derechos humanos sean manipulados según intereses económicos, militares y geopolíticos de las potencias y los países más poderosos.
¡Las amenazas, los insultos, las groserías y la poderosa propaganda israelí no pueden borrar esta evidente y macabra realidad!
PalestinaLibre.org / Oficina de Santiago de Chile.
Febrero de 2022