2022 · 05 · 08
'No nos iremos': palestinos de Masafer Yatta prometen resistir al desalojo del Supremo israelí que va contra el derecho internacional
Tras más de dos décadas de proceso judicial, la Corte Suprema de Israel rechazó la petición de la comunidad palestina de Masafer Yatta (Cisjordania) que buscaba frenar la expulsión de ocho aldeas de la zona, reclamada por el Ejército israelí. Aunque organizaciones de derechos humanos y entidades como la ONU y la UE alertaron que la medida va contra el derecho internacional, el veredicto da luz verde a la que podría ser una de las expulsiones más grandes de poblaciones palestinas desde 1967.
Una batalla legal de 23 años concluyó esta semana con un controvertido fallo que da vía libre a la expulsión de unos 1.300 residentes palestinos en el sur de Hebrón, en la Cisjordania ocupada.
En la noche del miércoles 4 de mayo, cuando Israel iniciaba las celebraciones por el 74º aniversario de la creación de su estado, la Corte Suprema israelí rechazó la vetusta petición de la población palestina de Masafer Yatta, que buscaba evitar que el Ejército desalojara a ocho comunidades de la zona (que comprende unas 3.500 hectáreas) para usar las tierras en entrenamiento militar.
Según el alto tribunal, los demandantes palestinos no habrían logrado demostrar que eran residentes permanentes del lugar antes de que el Ejército israelí lo declarara zona de tiro a principios de los ochenta, dando paso a la 'Zona 918'.
Asimismo, los jueces desestimaron que la expulsión pueda constituir un traslado forzoso de población –lo que vulneraría el IV Convenio de Ginebra al que Israel se adhirió en 1951– y alegaron que, en este caso, la ley nacional prevalece sobre los acuerdos internacionales.
Argumentos que, antes de que terminara el festejo israelí, se toparon con un amplio rechazo entre juristas, organizaciones palestinas e israelíes de derechos humanos y entidades como la ONU y la Unión Europea.
"La decisión, entretejiendo interpretación jurídica sin fundamento con hechos descontextualizados, deja claro que no hay delito que los magistrados de la alta corte no encuentren la manera de legitimar", señaló la organización israelí B'Tselem, en un comunicado posterior.
La Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI), que participó de la petición palestina, destacó además que la medida se comunicó "sin previo aviso, en medio de la noche" y supone "consecuencias sin precedentes".
A la ola de rechazo se sumó el Consejo Noruego de Refugiados (NRC). Su directora para Palestina, Caroline Ort, advirtió que el desalojo "constituiría una violación del derecho internacional que prohíbe a Israel, como potencia ocupante, trasladar a miembros de la población ocupada de sus comunidades existentes en contra de su voluntad".
Lynn Hastings, coordinadora humanitaria de Naciones Unidas en territorio palestino ocupado, alertó que "cualquier desalojo que resulte en un desplazamiento podría constituir un traslado forzoso, en contra de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el derecho internacional". Una crítica a la que se sumó la delegación de la Unión Europea para los Palestinos, que indicó que "como potencia ocupante, Israel tiene la obligación de proteger a la población palestina y no desplazarla".